Devocionales

¿SERVIDORES O SERVIDOS?
Por Luis Caccia Guerra

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.  Romanos 8:26-28

Tiempo atrás, formé parte de un equipo de trabajo para un proyecto en común de la Iglesia a la que asisto. A cada uno de nosotros nos tocó realizar un trabajo completamente distinto, pero relacionado con nuestra especialidad. Una amada hermana anunció enfáticamente un par de meses antes del evento que iba a tener los costosos elementos tecnológicos que necesitaba para cuando llegara el momento. Simplemente porque se lo había pedido al Señor y Él se lo iba a dar.

Honestamente, dudé. Algo no estaba bien y la realidad me dio la razón al final. Cuando llegó el momento del evento, ella no disponía de la tecnología con la que tan absolutamente seguro dijo que contaría.

¿Qué había pasado? La reflexión me dio la respuesta y es muy simple. Somos nosotros los que estamos al servicio de Dios y no El a nuestro servicio.

Está muy bien que le pidamos cosas a Dios. El mismo nos dice que podemos hacerlo. Pero son más de las veces que nuestra conciencia nos permite ver, las que olvidamos que aun así, Él no está a nuestro servicio y que con esa larga lista de solicitudes que incluyen nuestras oraciones en muchas oportunidades le estamos ordenando la agenda y el trabajo a Dios para que haga cosas a nuestro favor, como si fuera El quien se encontrara a nuestra entera disposición y servicio.


Preguntas para meditar:

¿A qué crees que se refiere Romanos 8:26 cuando habla de nuestra debilidad?
¿Por qué solo a los que aman a Dios “todas las cosas les ayudan para bien”?
¿Cuál es la voluntad de Dios?

Completa la frase:
A partir de hoy:

Lo que voy a cambiar de mí es:

Actividad:
Practica el servicio. Elige una persona y haz un favor especial por ella, en la medida de tus posibilidades camina “la segunda milla”, usa todos los recursos posibles.

Oracion:
Por las actividades futuras de la iglesia.



Devocionales anteriores:
Devocional No1. ¿Que piensas de Dios?
Devocional No3. ¿Servidores o servidos?

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